jueves, 23 de enero de 2014

EL HOMBRE VASELINA

En un planeta de cuyo nombre no puedo acordarme, 
vivía un individuo un tanto extraño.
Era un tipo, en apariencia, como todos los de su especie.
Exteriormente tenia sus brazos,
sus piernas, que por cierto terminaban en dos pies,
claro, sin olvidar que sus brazos también tenían manos,
manos llenas de dedos y estos de mierda ( nada que no tuvieran sus congéneres)
A todo esto habría que añadir que por dentro era muy similar a sus compañeros.
Tenía pulmones, los cuales usaba para tomarse un respiro de vez en cuando.
Tenía riñones para filtrar todo lo que tenía que tragarse.
Tenía dos testículos que  de vez en cuando  expulsaban a gran velocidad
lo que debería haber pensado previamente.
Lástima que muchas veces este chorro fuera a parar al fondo de un plato de ducha.
Tenía una garganta difícil de estrangular
maldita garganta !!!!!
Cuantas afonías le habrán producido.

Hasta aquí no era muy diferente. 
Lo malo, bueno mejor dicho lo raro era un par de órganos que aparentemente eran iguales 
pero que le funcionaban mal.
Uno que lo llaman corazón y que para la mayoría sirve para bombear las autopistas que recorren los cuerpos.
Y otro que se llama cerebro, que no deja de ser una habitación donde van a parar todos los síntomas, 
en esta sala es donde se decide lo que se debe o no de hacer.
Todos los habitantes tenían un manejo perfecto de estos órganos,
siempre procuran hacer lo que le dice el cerebro
y si algo de lo que hacen o sienten no les gusta al corazón.....es fácil 
se lo pasan por la espalda ( parte del cuerpo cuyo final es precioso)
y se llega a una conclusión..... ¡¡¡¡¡¡¡NO PASA NAA!!!!!!!!
Pero el tipejo este tiene un problema de comunicación entre el cerebro y el corazón,
bueno mejor dicho el problema lo tiene el hijo de puta del corazón,
que se permite el lujo de sentir por si mismo sin pedir permiso al cerebro, 
y...¡¡¡eso no se hace!!!..
Así que después de varias visitas a los eruditos de estos temas y en vista de que no tiene espalda
le recomendaron que usara vaselina, que es muy buena para estos males.

Vaselina:
suaviza los brazos y piernas quitando las grietas.
Disuelta con un poco de ginebra aclara mucho la garganta.
Además ayuda a expulsar los chorros,
en pequeñas dosis por la nariz enmudece al corazón y deja actuar mejor al cerebro.
Y lo que es mejor..... si te la pones en la parte donde la famosa espalda pierde su nombre
DEJA DE DOLERTE

Así que este pobre gilipollas se llama ahora   EL HOMBRE VASELINA......


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